jueves, agosto 25, 2005

Artículo de Opinión




Aborígenes sudamericanos

Parte I

Eliminemos el día de la raza

El mapa que acompaña este articulo nos muestra la ubicación aproximada de pueblos aborígenes que habitaron nuestro suelo, antes de la conquista y de los que, nos guste o no, somos descendientes directos. Porque nuestra identidad como pueblo nos la entrega la tierra y no los antepasados familiares, como algunas personas podrían llegar a creer y a querer.

Cuenta una leyenda Teuelche que la Patagonia era sólo hielo y nieve, cuando el cisne la cruzó, volando por primera vez. Venía desde más allá del mar, de la isla divina donde Kóoch había creado la vida y donde había nacido Elal, a quien cargó en su blanco lomo para depositarlo sobre la cumbre del cerro Chaltén (ubicado en la zona cordillerana de Santa Cruz, conocido hoy como el cerro Fitz Roy).

La conquista del desierto 1527-1885, y entendida como suma de ocupación territorial, explotación económica, y avasallamiento del 'conquistado', que sólo tiene de alternativa el sometimiento resignado o la 'desaparición', tardó cuatrocientos años en concretarse, por españoles y argentinos, sucediéndose en el dominio, y en destruir, casi por completo, las culturas que hoy intentaremos reflotar y publicitar de la mejor manera posible.

Conquistar los territorios de los pueblos originarios, en lo que actualmente es la Patagonia, era la premisa de los empresarios locales y extranjeros. El nombre de dicha campaña da cuenta de como eran vistos los indígenas por Roca: "unos salvajes a los que había que exterminar". Pese a que esas tierras estaban pobladas, se las denominó desierto para intentar atenuar el crimen en el trayecto hacia la historia... y casi lo consiguen. El Gral. Roca mató a miles y consiguió dominar la Patagonia, sumando así miles de hectáreas a la República Argentina, que fueron regaladas a poderosos terratenientes.

Actualmente se suele justificar el genocidio argumentando que esos territorios iban a ser conquistados por Chile, dueño del territorio hasta el tratado de 1881, si la Argentina no intervenía primero, por lo que muchos considerabann a Roca como "patriota" y la junta militar, comandada por Videla, lo ratificó en el cuadro de honor histórico, sumado al reconocimiento de Menem, que terminó por coronarlo durante su gobierno peronista. Claro ejemplo de esto son los numerosos monumentos en su homenaje a lo largo y ancho del país, construidos durante gobiernos militares, y que además... sí, no se espante... Roca es la cara visible del billete de $100 (cien pesos), el más alto de la Argentina... hoy, ahora, en este preciso momento.

Terminemos de una vez con la farsa y señalemos que la última batalla de Roca, con armamento de última generación y provisto por sus mentores de la “nobleza argentina”, con los famosos fusiles Rémington en manos de sus hombres pagos. ¡Contra las lanzas y las flechas nativas! terminó con una carnicería de Peuenches y Teuelches, de los que fueron capturados 17000, mujeres y niños incluídos, y que fueron arreados desde el sur de Río Negro hasta la provincia de Buenos Aires, a la que llegaron vivos más o menos setecientos y en pésimas condiciones físicas. Algunos memoriosos recuerdan a un pequeño grupo de anarquistas, marchando por detrás del contingente de aborígenes prisioneros, portando un gran cartel que decía DIGNOS. Luego les tocaría a ellos ser masacrados.


Debemos abolir el día de la raza y festejar la resurrección de las culturas nativas.


Juan Carlos Romero

Buenos Aires - ARGENTINA


(imagen http://www.escolar.com/historia/14aargen.htm)

1 Comments:

At 7:49 a. m., Blogger GaviotaNqn said...

nacida en un rincon de la argentina q tiene profundas raices aborígenes, me uno al comentario q me precede.
piquitos de miel desde la patagonia

 

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