jueves, diciembre 25, 2008

La memoria del clero.


El engaño popular y la memoria.



Los gobiernos populares de nuestra región sudamericana, que parecieron recobrar sus fuerzas durante el primer lustro de este siglo/ milenio. Se encuentran con el problema generado por el imperio norteamericano, el invento de un crak financiero mundial y la recesión posterior, que estamos atravesando. El año anterior y durante esta misma época, hubo record de ventas en todos los artículos imaginables. Se vendieron más autos que nunca, más pasajes que nunca a cualquier lado. El dinero les sobraba a unos cuantos privilegiados, y la comida le faltaba, como siempre, a la mayoría. Esta situación no ha cambiado en cuanto a la concepción o el respeto a los privilegios de clase, sólo que esas clases privilegiadas no gastaron ni van a gastar un mango hasta que los garúes, internacionales y de la economía vernácula, les den el visto bueno.
Los trabajadores hermanos de Latinoamérica me hacen saber sobre la similitud de la situación social en sus respectivos países. Pero la situación se vuelve idéntica en cuanto nos preguntamos

¿Qué vamos a festejar durante este fin de año?

¿Nuestro éxito personal?

Si es así estamos fritos, y no precisamente por el calor agobiante de este mes de diciembre que pareciera no terminar nunca. El mensaje de la iglesia, en todas sus variantes, y como principal promotora de estos festejos, ofrece la salvación divina al hombre nuevo del nuevo mundo creado por la globalización de la miseria capitalista. Pero no es el hombre nuevo que imaginó Guevara para sostener la internacionalidad del socialismo, ya que los pueblos originarios no tienen cabida en este nuevo mundo, ni los perdedores, ni los adictos que generan los triunfos de los ganadores, ni los desclasados que genera la decisión de un ganador, ni ningún ser humano que no pertenezca al selecto grupo de privilegiados del sistema. Este nuevo mundo del poder fáctico, que aspira a imponer un sólo dios e incluyo también en esta campaña a los pueblos de Asia, África y Medio Oriente, y a todos aquellos pueblos que sufren la opresión “democratizante” norteamericano/ europea. Esa que duele más cuando son algunos de nuestros propios compatriotas quienes la defienden, a costa, inclusive, de la muerte de miles de hermanos.

Ese dios que intentan imponer, que se vende en cualquier vidriera de los centros comerciales en los que han devenido nuestras ciudades, que concentra a millones de personas en rebaños y que exige sumisión absoluta a las pautas del mercado. Ese dios no es digno de confianza. Pero su figura es nuevamente utilizada, y esta vez para concederle todo el mérito en la solución de un conflicto causado, publicitado mediáticamente y llevado adelante, por dos de los hombres más sanguinarios de la historia de la humanidad: Jorge Rafael Videla y Augusto Pinochet.

¿Cuál fue el logro de la iglesia durante este conflicto de la década del setenta del siglo pasado?
¿El haber impedido la lucha armada entre dos gobiernos de facto?
¿Evitar, quizás, que perdiesen el rumbo en la verdadera lucha que le interesaba llevar adelante al Vaticano?

Aniquilar la subversión marxista, esa era la consigna de la iglesia y más precisamente el mandato que tuvo Juan Pablo II, luego de la muerte nunca aclarada de su antecesor Juan Pablo I. Sabía que el conflicto entre Videla y Pinochet no era conveniente para los interese de la iglesia en sudamérica, tampoco lo era que él personalmente mediase entre esos dos asesinos, por ese motivo el cardenal Samoré fue enviado como mediador, para mantener lejos del conflicto a la figura del papa.

¿Se conmemora la mediación?
¿El resultado?
¿El conflicto que no fue?
¿Quién rescató ésta fecha aterradora, de dos pueblos hermanos en la lucha por la liberación de la conciencia humana, para conmemorarla como un logro sublime?

Fue la iglesia, la iglesia que no quiere perder a más feligreses y busca blanquear su imagen en el mundo. Sólo la memoria de las vanguardias puede desenmascarar la verdadera intención del papa que vino del nazismo, sólo los periodistas con real vocación de servicio pueden mostrar la historia tal cual fue concebida.



Juan Romero

Buenos Aires- Argentina

1 Comments:

At 2:49 p. m., Anonymous Anónimo said...

No he leído nada parecido en otro sitio y sobre este tema. Me considero un buen lector, un curioso investigador y un exigente compatriota. Te felicito.

Aniceto

 

Publicar un comentario

<< Home

Estadisticas y contadores web gratis
Manuales Oposiciones
Búsqueda personalizada