Literatura/Contracultura

“Tu ríes y tu risa me reconcilia con la noche”,comentario sobre La casa de Cartón

“La casa de cartón” es una obra emblemática de la prosa peruana. Utilizo el adjetivo emblemático pues la cualidad narrativa que caracteriza esta novela está a caballo entre la prosa y la poesía. Martín Adán, artesano de imágenes, fruto del naciente vanguardismo, implementa en esta obra una calidad prosaica que vuelve, ciertamente, difícil a cualquier lector, poder aprehender la narración que se lleva a cabo entre sus páginas a medida que este va descubriéndolas.

Empero, esta aparente falencia narrativa se ve compensada y justificada por la visibilidad y nitidez de las imágenes y figuras que el autor hace de su entrono, resaltando sobre todo la ciudad de Barranco y sus pintorescos y encasillados personajes, lo que le da al libro en su conjunto bastante ironía y nostalgia.

Como elemento primario tenemos al mar y el malecón; Adán se vale de estas figuras para configurar todo el entorno que se ha propuesto a describir y cantar, como si se tratara de una puesta en escena acompasada de música, con ribetes de nostalgia que enriquecen el libro dándole esa categoría de suavidad, no obstante su lenguaje embelesado.

Basta leer unos cuantos párrafos para sentir la fuerte carga visual que compone todo el libro, las cosas más sencillas adquieren a través de esta prosa una cualidad sublime, enriquecedora. Pronto vemos como los instrumentos más sencillos adquieren una nueva significación bajo una óptica tontamente poética y dulce.

“[…Mi quinto amor fue una muchacha sucia con quien pequé casi en la noche, casi en el mar. El recuerdo de ella huele como ella olía, a sombra de cinema, a perro mojado, a ropa interior, a repostería, a pan caliente, olores superpuestos y, en sí mismos, individualmente, casi desagradables, como las capas de las tortas, jengibre, merengue, etcétera. La suma de olores hacía de ella una verdadera tentación de seminarista. Sucia, sucia, sucia... Mi primer pecado mortal...]”

En La Casa de Cartón tenemos un reflejo de historia, una pincelada de la Lima de principios del siglo XX y sobe todo la perspectiva de un adolescente ante una realidad que critica y en la que va experimentando las desgarradoras caricias del amor, el sexo y la muerte.

Daniel Nakasone

Lima - PERU