lunes, septiembre 26, 2005

Plástica del Pensamiento



Dadaismo


1914, con el advenimiento de la Primera Guerra Mundial, Zurich (Suiza) se convirtió en zona neutral para los refugiados de toda Europa entre los cuales se encontraba una gran cantidad de artistas e intelectuales. En 1916, Hugo Ball funda el Cabaret Voltaire, un antro que se presta al arte en todas sus formas. Es allí donde nace el movimiento dadaísta con el poeta rumano Tristán Tzara a la cabeza.

La consigna principal de este movimiento se basa en la desestructuración del lenguaje artístico. Contrario a lo que usualmente se dá en materia de paradigmas culturales, esta corriente no surge en contraposición de una anterior en particular, si no que se rebela en contra de todas las concepciones antes ideadas (expresionismo alemán, futurismo italiano, cubismo francés, etc). Rechaza totalmente la sociedad de ese momento cuya barbarie había llegado a un punto insostenible.

Más que la obra es el gesto lo que interesa.

Era una de sus proclamas más importantes, porque se refería al arte como un instrumento de provocación y crítica de la sociedad, era un grito de BASTA estampado en cada rostro. Eran prioridad la supresión de la coherencia, del sentido común pre-establecido, de la moral cristiana, de las normas de una sociedad voraz e injusta, y por sobre todas las cosas, establecía la máxima libertad, el poder de la asociación libre y la abolición de las concepciones truncas del éxito y el fracaso.

Por todo esto, este movimiento no solo apunta al arte, si no también a la política, adhiriendo posteriormente varios de sus representantes a la Revolución Rusa o a la Liga Espartaco.
Los más destacados fueron Tristán Tzara, Marcel Jank, Jean Arp, Hugo Ball, Hans Richter, Richard Huelsenbeck, Max Ernst, Marcel Duchamp, André Bretón (quien luego se desprendería para conformar lo que sería otra de las corrientes vanguardistas más importantes del Siglo XX, el surrealismo)

El dadaismo rompe las reglas, deshace para volver a hacer, elimina viejas estructuras para proponer nuevas.

“En la destrucción también hay creación”.


Manifiesto (Tristán Tzara)
Coja un periódico.
Coja unas tijeras.
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema.
Recorte el artículo.
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa.
Agítela suavemente.
Ahora saque cada recorte uno tras otro.
Copie concienzudamente en el orden en que hayan salido de la bolsa.
El poema se parecerá a usted.
Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendida del vulgo.

Ejemplo
"cuando los perros atraviesan el aire en un diamante como las ideas y el apéndice de la meninge señala la hora de despertar programa (el título es mío) premios son ayer conviniendo en seguida cuadros".



Miguel Parra

Villa Gesell, Prov. de Bs As - ARGENTINA

4 Comments:

At 1:13 p. m., Blogger La Tabernera said...

Me gustó eso de recortar las palabras del diario y sacarlas de a una, haré la prueba y ya veré que sale ¡buen artículo! sencillo y claro ¡pisco sour para el autor!

 
At 7:17 a. m., Anonymous Anónimo said...

Este ejercicio lo hice a los 15 años jejeje...

Me trajo dulces recuerdos... Avanti con esta paginita siemre interesante.

 
At 4:53 a. m., Anonymous Anónimo said...

sep... aunque parezca un chiste, una ironía suavizada por la gracia, suele dar resultados increíbles...¿no han probado?
Y este artículo esta muy bueno!
piquitus contentos

 
At 3:42 p. m., Blogger Jorval said...

Muy bueno el artículo, siempre habrá personas así, que están contra todo lo establecido, no estoy con ellos.

 

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