jueves, agosto 27, 2009

Masacre en Perú.

Bagua
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Los awajun, los enmarcados los aguarunas, los marginales dentro de territorio peruano, los shamboyacu, los de Rioja verán a sus hijos rodeados como en sueños, como en ruidos, por una flama que se escupe a sí misma, el espíritu de la Yacumama que trajo que trae, traerá el viento húmedo, el tiritar de piernas los recoge para volver a dormir con pesadillas de fiebre, con alzadas de delirio, con frondosas ramas caídas...
La tierra awajún como temerosa pero firme se da contra el río, de muchas zonas salieron, casi con pieles de Sajino, mientras los gallos salvajes chillaban, Así por meses, salir de allí, a proteger el espíritu colectivo, la savia natural de la tierra...

Y tras ello, la macana, la bomba lacrimógena, la mella. Todo el marañón se nos viene encima... la tanta ira la santa sangre el balazo fiero la lanza certera mientras la carretera río de sangre se entierra y el Brujo Pata se ensarta... Por donde sigue el Utcubamba el carnaval negro se sustrae hacia las laderas, donde se gime se insulta y se reprime, donde se renueva se encrispa se rehierta, mis orejas como de perro se salen y el brujito Pata se enmanta su lagrima se emociona, todo pasa y esto pasará, esa mancha por los suelos la alucinación condenada la hora de la selva negra los brazos caídos las capturas indiscriminadas cierra por eso tu casa, abre tu trocha, sal de la carretera.


Daniel Nakasone

Lima- Perú




viernes, agosto 14, 2009

Presentacion - Agosto de 2009

Latinoamérica está abandonando su cómodo letargo, mejor dicho: el pueblo americano está abandonando esa posición y está asumiendo el rol de protagonista imprescindible, ante el embate descarado de los Estados Unidos de America, sobre las instituciones democráticas de su ex patio trasero. Los yanquis colocaron a un negro, por primera vez, en la presidencia de la nación, y hubiesen hecho lo mismo con un latino si eso les hubiese dado un mejor rédito mundial. Pero un negro les otorgaría mayor credibilidad y consenso a la hora de tomar decisiones drásticas. El Bush asesino daba paso a un negro bueno y comprensivo, pero ninguna de las estructuras creadas para explotar y dominar la resto del mundo, iban a ser desmanteladas, por lo que el disfraz terminaría cayéndose apenas terminado de colocar. Sobre ese disfraz comentaremos en esta edición de la revista. Tengan ustedes una buena y atenta lectura.

Mesa Coordinadora de la Osta Roja

Bicentenario.

Argentina I



La revolución pendiente

En la que dio en llamarse la semana de mayo de 1810 se presentó una situación similar a la que atraviesa el país en la actualidad. Por aquellos años la caída del rey de España, Fernando VII, en 1808, desencadenó una marea independentista en las colonias del Río de la Plata. Paradójicamente no fueron los oprimidos por el yugo colonial los que iniciaron la movida revolucionaria, sinó que así lo hicieron los hijos dilectos de la corona. Manuel Belgrano, un brillante abogado de formación europea y sus amigos, Juan José Castelli y Mariano Moreno, también abogados, y que se veían notablemente influenciados por las ideas de Russo. Hoy la caída de la economía mundial, durante el año 2008, que había suplantado la opresión medieval de los reyes por la explotación empresarial de la burguesía, ha producido el desbarajuste y posterior cuestionamiento del sistema bancario que administra el patrimonio mundial y el capital simbólico de la humanidad.

¿Llovía el 25 de mayo de 1810?
¿Llevarán sus joyas los políticos invitados al acto del 25 de mayo de 2009?

A quién le importa, pero esas trivialidades sirvieron, durante años, para ocultar el carácter revolucionario de las proclamas de Castelli y Moreno, dos hombres que parecieron no haber dicho una palabra, según la historia que se cuenta en los claustros de la educación oficial, durante el periodo que duró la etapa prerrevolucionaria (1808 a 1813). Con Castelli y Moreno borrados de la escena política y Belgrano relegado a un puesto de combate, la actividad revolucionaria se redujo a una mera cuestión de afectación y entrega solapada de las conquistas obtenidas hasta ese momento. Se contrataron mercenarios para la campaña libertadora y los ingleses, muy interesados en la perspectiva comercial que se habría en Sudamérica, luego de sus fallidos intentos de invasión por la fuerza, aportaron económicamente a las arcas del incipiente ejército argentino y se limitaron a la penetración ideológica, que tan redituable les resultaría con el paso del tiempo. Esas mismas trivialidades que mencionamos antes, sirven hoy para ocultar los verdaderos motivos que llevan a los gobernantes actuales y a sus opositores, que son lo mismo, a una contienda que tiene cautiva a la población en un estado de confusión permanente. Recordemos que la declaración de independencia fue postergada hasta el año 1816, cuando los acontecimientos habían superado la inercia de los mandatarios, como sucede en estos momentos con un gobierno que parece no decidirse por una postura ideológica clara y mantiene la idea descabellada de la colaboración de clases.
La utilización de la epidemia de dengue, como se hizo con el humo el año pasado, la invención de plagas por parte de los agentes de la oposición y para infundir temor en la población, la proliferación de medios masivos dirigidos por la clerecía, el intento por crear la idea de que esas plagas fueron enviadas para castigar a los que apoyan a los gobiernos populares y a los que no han sabido perdonar los crímenes de los milicos, nos dan una idea de quienes detentan el poder fáctico en la argentina; seres muy parecidos a los esbirros de Fernando VII. Por lo menos la mentalidad sigue siendo la misma y la caza de brujas es el deporte favorito de los que intentan mantenerse en sus puestos de gobierno u oposición, con los recursos que obtienen de sus posiciones acomodadas. El miedo crónico que sufre la población menos preparada del país, es la muestra evidente de lo que han logrado los dueños de la economía. El recelo ante el debate de ideas, que pareció haber sido superado en las asambleas populares de 2002, está más vigente que nunca. La revolución es una asignatura pendiente para el pueblo argentino y el próximo 25 de mayo se recordará el primer intento por llevarla adelante. Que la vaca no nos impida ver el campo.

Juan Romero
Buenos Aires- Argentina

Centro clandestino de detención en Campo de Mayo.

Argentina II


La pena de muerte existe, de hecho, desde hace años en la Argentina.

Al leer los foros no hago más que apenarme ¿Acaso creen que el gatillo fácil es un invento de una izquierda anacrónica y sin convocatoria política? La implantación de la pena de muerte, o la baja en la edad de imputabilidad para los menores de edad, es un recurso propagandístico de la derecha vernácula para implantar el terror, como en otras épocas lo hizo concurriendo desesperada a los cuarteles y uniéndose a los milicos en cada golpe de estado.
Después del gobierno neoliberal del peronista Carlos Menem, amigo y mentor del ex presidente Néstor Kirchner, y del desgraciado suceso con el soldado Carrasco, el ejército argentino pasó a ser un negocio más del capital financiero. Ya no pudieron apelar, como antaño, a la argentinidad como recurso para un golpe de estado y debieron conformarse con la vigilancia privada, los country’s y los muros divisorios. Pero eso hoy no les alcanza, se necesita más seguridad y castigos más violentos, porque los negros de mierda siguen sin entender y si no entienden… no trabajan por sueldos miserables.
Cometer siempre el mismo error, facultad privativa de las masas.

El ex jefe del Comando de Institutos Militares durante la dictadura, el general Riveros, y el entonces jefe de la Escuela de Infantería general, Carlos García, fueron acusados formalmente por el homicidio del joven militante político Floreal Avellaneda, ocurrido en 1976 ¿Acaso no se aplicó aquí la pena de muerte contra un niño? Es el inicio del primer juicio por crímenes de lesa humanidad en el centro clandestino de detención de Campo de Mayo. El campo de concentración más grande que funcionó en la Argentina y al que nadie se atrevía a tocar, ya que los detenidos allí eran comunistas ¿comprenden? Comunistas no peronistas. La ESMA hoy en día es un museo y Campo de Mayo sigue funcionando como si nada hubiese ocurrido en sus miles de hectáreas… hasta ahora.

¿Qué diferencia existe entre un chico de catorce años cumplidos en dos mil nueve, con otro de la misma edad, pero en mil novecientos setenta y seis?

La información recibida. El trabajo de destrucción del sistema educativo comenzado por Videla, continuado por Alfonsín, Menem y sostenido por la pareja Kirchner, es el principal responsable del pensamiento juvenil actual. Hasta que los chicos no rompan con las cadenas que los atan al miedo social de sus padres y abuelos, no van a poder cumplir el rol que les tiene asignado a ellos el nuevo milenio: Protagonizar la revolución.

Seguimos con Floreal Edgardo Avellaneda, el Negrito, que nació en la ciudad de Rosario el 14 de mayo de 1961. Era militante de la Federación Juvenil Comunista. Vivía con su madre Iris Etelvina Pereyra de Avellaneda y con su padre Floreal Avellaneda, delegado de la fábrica textil Tensa, ambos militantes del Partido Comunista.
Floreal “el Negrito” Avellaneda, tenía 14 años cuando fue secuestrado de su casa junto a su madre. Su cadáver fue hallado el 14 de mayo de 1976 en aguas del Río de la Plata. Su cuerpo fue encontrado con muestras de haber sufrido torturas físicas y haber sido víctima de un horroroso empalamiento, leyeron bien… esa parece ser la tortura preferida por los militares católicos desde hace siglos. Así actuaba el brazo armado de la burguesía Argentina, que ahora tiene entre ojos a otro pibe, Brian, sin contar a los que ya fueron victimas del gatillo fácil: como el chico que asesinó al ingeniero de San Isidro. Brian es el chivo expiatorio de la bonaerense para ocultar a Jonathan, que trabajaba para ellos. Jonathan está muerto por colaborar con el sostenimiento del terror y las empresas de seguridad privada del gran Buenos Aires, Brian se está pudriendo en una cárcel, los dos tienen dieciséis años.

Los chicos de los noventa

Los que produjo la continuidad Martínez de Hoz, Sourruile y otros tantos, para desembocar en el plan Cavallo, pergeñado por Martínez de Hoz con el visto bueno de los cráneos de la CIA, Milton Friedman a la cabeza. Los pibes, condenados por Menem y toda una clase social dispuesta a entrar al primer mundo a costa del sacrificio que fuese necesario, fueron los más perjudicados por las políticas neoliberales. Esa misma clase social, que hoy exige bajar la edad de imputabilidad a doce años, fue la que cerró fábricas y se dedicó a especular en la bolsa; la que depositó sus ganancias en el exterior y la que dejó sin puestos de trabajo a los padres de estos chicos. La misma clase que lloró frente a los bancos o los rompió a palazos cuando, sus cómplices mejor ubicados en el escalafón social, les retuvieron los depósitos. Ninguno de ellos perdió nada, sólo dejaron de ganar descaradamente y por algún tiempo.

¡Matemos a los chicos¡ gritan los giménez, los castañas, los sandros, los spinettas, los mengano y los que se llenaron los bolsillos en base al hambre de sus congéneres, la devaluación de la figura de los padres y la destrucción del grupo familiar, como base de una estrategia para el dominio.
¡Bajemos la edad de imputabilidad a diez años!
¿El aborto? ¡Ese si es un crimen señores!
Proclaman estos desaforados de la acumulación de capitales, junto a la iglesia católica que ha mutado en evangélica, para estar acorde con los tiempos que corren. Los energúmenos siguen dirigiendo el destino del país ¿hasta cuando?


Esteban Del Río
Chivilcoy- Argentina

Golpe de estado en Honduras.

Honduras I


Para la mayoría de los medios, la situación en Honduras no es preocupante ¿Por qué esta posición de la prensa “libre” e “independiente”, en la mayoría de los países del globo?
Vamos a tener que acudir a la historia, para desentramar los motivos que han llevado, en primer lugar, a los sectores privilegiados hondureños a tomar el poder por la fuerza y producir el resquebrajamiento del orden constitucional continental.
Vale aclarar que: si José Manuel Zelaya Rosales, no hubiese pertenecido a la casta de terratenientes más conspicuos, y por lo tanto dudosos, de Honduras, jamás se le hubiese permitido asumir el poder en su país. Partiendo de este punto, y manteniendo nuestra reserva sobre el “izquierdismo” del presidente Zelaya, comenzaremos el análisis del problema hondureño.

El empresario agropecuario, nacido en Catacamas, departamento de Olancho, el 20 de Septiembre de 1952, debía estar afiliado al PLH o al partido de la oposición, para poder asumir el poder en su país de origen. Cometió varios errores ideológicos, que lo alejaron de la mentalidad conservadora de sus compañeros de partido y, aún más, de sus enemigos opositores, pero el error más importante, y el que terminó detonando el conflicto, fue el de adherir al ALBA, algo que el gobierno norteamericano ni los empresarios hondureños, le iban a perdonar.
El ingreso en Petrocaribe fue la gota que rebalsó el vaso; recibido de muy mala gana por la burguesía, que no fue al enfrentamiento directo, pero que sí comenzó una etapa de desgaste mediático de la figura presidencial. La conveniente difusión de escándalos por fraude y malversación en la función pública, que fueron magnificados y hasta reinventados en los medios, merecieron las preocupadas advertencias, junto con acusaciones directas al presidente, desde el Consejo Nacional Anticorrupción, la Iglesia Católica hondureña, la organización Transparencia Internacional, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la OEA ¿Les suena conocido, este enjambre de insignes corporaciones, compatriotas argentinos?
La prensa conservadora y la patronal, reconocían que la oferta de petróleo, por parte del gobierno venezolano, era demasiado seductoras como para desaprovecharla. Aunque como siempre ocurre en estos casos, el poder fáctico abrió el paraguas por si las moscas. Adujeron temer que una operación financiera de suministro energético, terminara acarreando obligaciones políticas con Venezuela y su proyecto socialista.
La oposición partidista fue muy crítica, pero sin embargo surgieron voces más desestabilizadoras en el partido del Gobierno, y Roberto Micheletti, el presidente del Congreso, que ambicionaba la candidatura del oficialismo para suceder a Zelaya en 2010, se colocó a la cabeza de esas críticas, algo similar a lo ocurrido con Julio Cobos en el parlamento argentino, cuando hubo de definirse la lucha política con el sector empresarial del campo. La relación de Micheletti, con el presidente constitucional, se estaba fracturando. El intrigante reclamó públicamente transparencia, intentando embarrar el convenio, y garantías, antes de firmar. El 24 de enero, la Comisión Especial del Congreso autorizó a Zelaya a rubricar el documento. El 13 de marzo el pleno del Congreso aprobó por mayoría simple el convenio con Petrocaribe. A favor del mismo votaron los diputados del PLH, la UD y el PINU, y en contra el PDCH; el PNH, se abstuvo.
El balance de una gestión presidencial, por primera vez en la historia de Honduras, era positiva: La situación económica había mejorado; 4.000 millones de dólares de deuda externa habían sido condonados y los nuevos recursos de que disponía el Gobierno ya estaban haciendo sentir sus efectos positivos en la lucha contra la pobreza, que, según cómputos oficiales, se había reducido un 6,5%, en números absolutos, "500.000 hondureños que han salido de la pobreza"; y la campaña de reforestación marchaba viento en popa. Por último, la inminente llegada de combustible barato de Venezuela iba a traducirse en un mayor desahogo financiero del Estado y en una mejora de la calidad de vida de la población.
Para la oposición no iba a reconocer tan fácilmente este progreso y la ola de crímenes violentos que sacudía a la población, fue el punto a utilizar para criticar, arteramente, el sistema de seguridad del Gobierno. Como mencioné con anterioridad, los escándalos por fraude y malversación en la función pública fueron sacados de contexto e intentaban demostrar la participación directa del presidente en ellos. Dicho todo esto y a riesgo de emitir un juicio apresurado, no por no contar con la información exacta, sino por no poder desarrollar el tema, como lo merece, en cuatrocientas páginas, puedo decir que: La excusa que otorgó la encuesta llevada adelante por el gobierno, para avalar la reelección de Zelaya, jamás tuvo fundamento constitucional ni el apoyo del pueblo de la nación, sólo fue un subterfugio para dar un golpe de estado, derrocar al presidente, e instaurar un régimen afín a los EEUU y a los intereses de Hilary Clinton, darle un toque de atención al gobierno de Venezuela y mantener a Obama en una posición mediática contradictoria, pero bien definida en la realidad, y a favor de la política imperialista llevada adelante por George Bush.
En la última reunión de UNASUR, llevada a cabo hace un par de días, Chávez dio en la tecla, el complot fue urdido para acabar con el problema ideológico que plantea Venezuela. En artículos anteriores he señalado la actitud beligerante de los grupos armados que pululan en nuestra Sudamérica, grupos que responden a intereses norteamericanos y actúan en nuestro suelo como arietes del imperialismo. Estos grupos no son denunciados por los medios masivos de comunicación, por ese motivo las siete bases que pretende instalar el narcotraficante presidente colombiano, no conllevan el menor peligro a los intereses multinacionales de los medios. Aquí debemos resaltar que el único medio independiente y que ningún sistema puede controlar, es internet. Por ese motivo podemos asegurar que la instalación de bases norteamericanas en Colombia, pretende desestabilizar el orden constitucional en la región, colocarle un bozal armado a Chávez y a Morales, y si es necesario, seguramente lo será en algún momento (recordemos el Panamá de Noriega o el Irak de Hussein), invadir ambos países y volver a instaurar el “régimen democrático”, siempre favorable a los interese yanquis. No es una reunión de presidentes en Buenos Aires la que salvará a Sudamérica de la guerra, sinó la movilización permanente de las vanguardias de izquierda junto al combativo pueblo trabajador americano.

Álvaro Centeno
Bogotá- Colombia

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